Página 2 de 2 Otro factor individual importante para el trabajo en equipo y atado al elemento antes mencionado se relaciona a la insatisfacción de los miembros con las funciones que realizan. En múltiples ocasiones encontramos empleados que han sido asignados a trabajar en un equipo, pero nunca se les explica la relación que guarda este equipo con las metas de la organización, como se entrelazan los resultados que provee este equipo con la misión de la organización y a veces no se les transmite siquiera el propósito primordial del equipo (Flower & Guillame, 2005). Es lógico entonces que los empleados se sientan insatisfechos con sus roles dentro del equipo y que demuestren renuencia a participar de ellos, sintiéndose en la obligación de comprometerse con objetivos que no conocen. El último elemento que me interesa discutir sobre los factores individuales que influyen en el trabajo en equipo está relacionado a las actitudes individuales. Entre las quejas más comunes de personas insatisfechas con el trabajo en equipo, se encuentra la falta de una distribución equitativa en la carga de trabajo. Hemos podido apreciar como la mediocridad se puede esconder dentro del trabajo en equipo cuando un empleado es literalmente ‘cargado’ por otros miembros del mismo. Son precisamente estos miembros que realizan el trabajo quienes demuestran una renuencia al trabajo en equipo y a que se comparta el crédito con los que han participado muy poco del proceso. Una mala experiencia con el trabajo en equipo influye en las actitudes de los empleados permanentemente y resulta una labor muy difícil para la organización el modificar esta percepción. Luego de haber presentado algunos de los obstáculos individuales que se presentan en el trabajo en equipo, es importante ahora discutir como las organizaciones pueden abordar estos aspectos de una manera efectiva. Para comenzar a formar un equipo de trabajo, la organización tiene la encomienda de identificar que desea lograr a través de sus equipos de trabajo y de que manera encajan estos equipos en la filosofía y los objetivos organizacionales. Luego entonces debe compartir esta visión con los individuos que participan de los grupos y transmitir claramente lo que se pretende lograr, además de establecer como los equipos de trabajo facilitan esta labor. La organización debe enfatizar el compromiso de los miembros del equipo y presentar la participación de los miembros no como una imposición, sino como un vehículo para alcanzar las metas organizacionales. Los equipos de trabajo deben estar organizados de acuerdo a las fortalezas y debilidades de sus miembros en la medida en que esto sea posible, de esta manera buscamos que se desarrolle una participación equitativa de todos los componentes. Adicional a esto, la organización y sus líderes deben estimular la comunicación efectiva dentro de estos equipos de trabajo, velar porque exista una tolerancia a las diferencias individuales y promover el respeto entre sus miembros. Uno de los mejores ejemplos del trabajo en equipo lo tenemos en el cuerpo humano, donde cada órgano está cumpliendo su función primordial y para la cual está mejor capacitado (y pocas veces tienen disputas por quien es el mejor o más importante). Mediante el esfuerzo colaborativo de nuestros órganos tenemos un cuerpo saludable, pero tan pronto uno de estos comienza a fallar y sus funciones decaen, tenemos complicaciones de salud, lesiones y malestares. Precisamente eso es lo que pasa en las organizaciones y en los equipos que las componen, cuando uno de los miembros no cumple sus funciones como se espera o tiene un desempeño inadecuado, el equipo y la organización se ‘enferman’, lo cual tiene unas repercusiones directas en las metas que se desean alcanzar. Es responsabilidad de la organización y de sus líderes el tomar todas las medidas preventivas para evitar estos malestares y conocer cuales son los mejores métodos para crear y mantener una cultura organizacional saludable en los equipos de trabajo y en sus lugares de trabajo. En el momento histórico que nos encontramos, todos somos parte de un mismo equipo que compite consigo mismo, en vez de estimular una colaboración que vaya más allá de las palabras. Resulta imperativo el que busquemos soluciones a nuestros problemas que no estén matizadas por la búsqueda del prestigio individual y del beneficio personal tanto en las organizaciones como en nuestra sociedad. Reconozco primeramente que esta es una tarea bastante ambiciosa, pero para eso precisamente es que debemos aprender a trabajar en equipo tomando en cuenta la gran mayoría de los factores presentes. En las palabras de uno de los dirigentes más influyentes en la historia del deporte, el señor Vincent Lombardi: “El compromiso individual hacia un esfuerzo colaborativo es lo que hace que los equipos triunfen, las compañías trabajen, las sociedades funcionen y que las civilizaciones se mantengan” ! Gracias y Exito!
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